Que linda sensación produce el avanzar en el camino hacia un objetivo. No es haberlo alcanzado, simplemente es recortar la distancia que nos separa del mismo. Cuando vemos que aun falta mucho para llegar, tenemos la agradable noticia de saber que estamos un poquito más cerca.
A la vista de muchos, el resultado es lo que mayor valor tiene. Queda claro que no concuerdo con ese pensamiento. El proceso suele ser la etapa en que mayor conocimiento se adquiere, más se disfruta, mayor cantidad de decisiones se toma, mayor cantidad de tiempo dedicamos. Pensemos en cualquier objetivo cumplido. Cualquiera. Ahora recordemos el proceso que nos llevo hacia el. Estudiar para un examen. Subir a un refugio de montaña. Lavar los platos. Cocinar para la cena. Concursar para jefe de servicio. Si miramos bien, por más que lo preciado es el resultado, lo confortante es el proceso.
Hoy fue un gran paso para llegar a un objetivo no muy lejano, si bastante esperado. Procesos cortos, procesos largos, avanzan y acarician el alma. Definitivamente el de hoy fue una zancada terriblemente confortante, es por eso que se refuerza mi opinión.
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